En los tiempos donde me da por la nostalgia no te extraño… pienso que tomando un café con canela se me pasa.

Me entero de que no es una alergia y busco otro antídoto.

 Cuando siento nostalgia no te extraño… salgo en busca del viento para ver si su magia se lleve tu recuerdo

 Cuando me da nostalgia… canto,bailo pero no te extraño…

Extrañarte seria aceptar que me eres necesario

La luz entre  más brillante más cegadora 

La vida me da una sorpresa,que ante mi confusión de sentimientos no entiendo la señal,es como entrar a un túnel completamente iluminado y saber que en la salida está la oscuridad.Quedarte dentro es estar vacía,confusa,salir causa miedo,reto pero te da libertad.....es ponerle oscuridad a la luz para ver más claro.

Cosas al viento

Cuando la mente duele es que carga con el dolor del corazón, entonces el dolor toma forma se asimila se piensa, la claridad va apareciendo, sanando, limpiando, la mente tiene dos lugares destinados a ese dolor… lo mete en una de sus acostumbradas cajas lo guarda para que algún día  escape sin control y regresa a su terapia favorita, causar tristeza como un ciclo repetitivo que es de lo que se alimenta. O bien se arma de fuerza recure a su escudería de soldados valientes y lo destruyen arrancando de raíz, lanzándolo a un lugar del abismo donde es juzgado y sentenciado a desaparecer.

Pero dicen que la mente es traicionera le gusta martirizar guarda sin piedad en una  copia de seguridad las cosas que lastiman al corazón, como una venganza por creerlo  débil. Y  cuando el corazón la cree aliada  abre las cajas, esas que más duelen… el ciclo se repite, el corazón nuevamente es torturado y como se sentía liberado el ataque lo toma de sorpresa,  lo hace añicos…  la traición lo arrastra hasta que descubre que su confianza lo aniquila que no debe fiarse  de la mente  su lucha es en solitario que no tiene aliados.   

Cosas al viento 

Y me tienes aquí sintiendo tu abandono.

Pasa que cuando siento soledad, o alguna nostalgia vaga rondando el corazón, es ahí justo ahí donde haces falta, más sé que no soy la  que ocupa tu vida, eso entristece, duele como una espinita que está punzando, que da más miedo sacarla que acostumbrarse a ese dolor.

 De todas formas es un dolor suave a cuenta gotas que termina por gustarme, por hacerse parte de mí… resignándome saboreando por instantes tu ausencia.

Y eso hace que cuando estás, sea  lo mismo que si no estás, como un fantasma tu ausencia, como una aparición tú presencia