Doña Ángela consolaba
su tristeza pensando en que fue lo mejor para los hijos y conformándose con la
buena posición económica en que vivía, aunque su enorme mansión a orillas del Río Plata le producía cada vez más vacío. Así fue guardando tanto su amor de
madre como sus recuerdos.
Su ocio lo hacía
llevadero pasando horas mirando por el ventanal de su mansión. Su única vida
social eran algunas visitas y charlas con María la dueña de la tienda donde
compraba sus víveres, hasta que un día
observando por su ventana vio a un hombre que con una bolsa de basura
recorría la playa lo que le causó extrañeza, más aun cuando el pasaba horas
viendo para su mansión, lo considero un viejo loco y peligroso… después de un
tiempo de observarlo, que tiempo era lo que más le sobraba, decide provocar un encuentro
y entabla una vaga conversación. Ahora ya no solo era un loco sino que pensaba
que era un viejo necio e irreverente.
Poco a poco por extrañas circunstancias
le ofrece trabajo de jardinero.
Don Alfredo (nombre del
jardinero) hombre positivo y con una gran filosofía de vida, ama la naturaleza
y siente tristeza de ver los jardines en total descuido, pensando que no busca más que una musa para su
inspiración; acepta , no imagina que la vida lo pone en ese lugar para dar a
Doña Ángela las más bellas enseñanzas de vida.
Las charlas se hacen
cada vez más frecuentes Doña Ángela va dejando atrás su vida de amargura y
soledad, haciendo de Don Alfredo el mejor consejero y amigo. Entre desacuerdo y
risas sortean los malos pensamientos e interpretaciones de los vecinos logrando
que dos personas solitarias y tan diferentes se demuestren que no hay edad para
vivir a plenitud y sobre todo vivir lo que se desea y no lo que los demás
decidan…liberarse de prejuicios sociales y mentales para llegar a una paz
interior y sentir un espíritu libre.
“Me pongo viejo cuando
veo el calendario, pero cuando miro mi corazón me siento de veinte”
=OPINION PERSONAL=
Ariel A. Berreta, autor
del libro nos muestra en esta novela que se tiene que vivir la vida descuerdo a
nuestra decisión sin tomar en cuenta las críticas y prejuicios de las personas. Me agrado la filosofía que emplea acorde al personaje de Alfredo que practica
un disciplina Zen y artes marciales al igual que por sus viajes que en gran
parte se basan las charlas entre los dos personajes las que dejan un
aprendizaje que si bien en algunas partes es repetitivo tiene también una
manera ágil lo que lo hace creíble y digno de llevar a la práctica diaria.
“La mente debe estar
vacía de cosas malas para recibir las buenas, ocupan el mismo espacio”
Me encanto el personaje
de Alfredo que con gran paciencia y sabiduría ayuda a Doña Ángela a superar su
soledad.
__Usted y su forma tan
particular de ver la vida me confunde. Años de creer en cosas y seguir
directrices se hacen dudas con una sola palabra suya.
En resumen: es una
novela que permite de verdad imagines los personajes y los escenarios de esos
jardines (que en mi reseña no menciono para que cada lector pueda hacer suya
esa parte importante del libro)
“Las cosas son tan
bellas como en paz este el corazón que las observa”
Novela con un final
esperado o tan inesperado como el lector lo decida…A mi gusto un poco ambiguo
pero como todo es interpretativo lo hace más recomendable.
Norma Mendez
Título: Doña Ángela y el
jardinero
Autor: Ariel A. Berretta
Editorial: Palibrio
Páginas: 249
Año: 2014
Tapa dura, tapa blanda y libro electrónico